CARTA DE POSICION
México
Todo ser humano sobre la faz de la Tierra, consciente o inconscientemente, participa en un proceso educativo, pues todos, sin distinción alguna, diariamente nos capacitamos para actuar frente a nuevas situaciones que la vida nos pone enfrente. En este proceso, aprovechamos los conocimientos y las experiencias de nuestros antepasados de cara a la integración y al progreso social. Esto es la educación, más allá de las características propias que este fenómeno tenga en nuestras respectivas naciones.
En un mundo cada vez más globalizado, es decir, un mundo en donde poco a poco se han ido borrando las fronteras culturales, es muy importante reflexionar acerca de este tema y más importante lo es para mí hacerlo ante ustedes en este momento crucial que vive México, el país que orgullosamente represento en este evento.
Es preciso decirles que en este año estamos celebrando 200 años de la lucha por la Independencia y 100 de la Revolución Mexicana. Los actos heroicos de hombres y mujeres que nos han heredado esta Patria ilustran y las páginas de nuestros libros de historia, todo niño a temprana edad sabe quién fue el cura Hidalgo, Morelos, doña Josefa Ortiz de Domínguez, los Generales Villa y Zapata, por mencionar solo algunos de nuestros próceres.
Desde niños, los mexicanos y mexicanas nos sumergimos en nuestra historia en nuestras tradiciones y vamos cincelando nuestra propia identidad, una identidad que se refleja en nuestra música, en nuestra pintura, en nuestras variadas lenguas heredadas de nuestros antepasados.
Fue el “calpulli”, la escuela de los niños aztecas donde se enseñó la escritura que hasta nuestros días conservamos en hermosos códices, donde se enseñó la poesía y el lenguaje florido que aún recordamos gracias a la poesía de Netzahualcoyotl.
Más tarde, fueron los primeros frailes españoles quienes al mismo tiempo que ensañaban su doctrina hacían lo propio con la lectura y la escritura en castellano. Recordamos las escuelas de oficios que promovió el propio cura Hidalgo en su parroquia y que fueron el antecedente inmediato para los Institutos de Ciencias y Humanidades y que hoy son nuestras Universidades.
Con este breve recorrido histórico, he de mencionar que desde 1921 es la Secretaría de Educación Pública la instancia gubernamental que encargada de hacer cumplir el mandato del Artículo 3° de nuestra Constitución que dice que la Educación en México es gratuita, laica y obligatoria. Dividiéndose para tal fin en los niveles que van desde la educación básica, media-superior y superior, los cuales comprenden estudios en Pre-escolar, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Licenciatura, Maestría y Doctorado.
Hoy los desafíos que enfrenta México en materia educativa, son los mismos de cualquier nación del mundo contemporáneo, pues todo pueblo que desee estar incorporado a esta era del cambio y no quedar rezagado deberá invertir en formar profesionistas que manejen las innovaciones tecnológicas para el beneficio de la sociedad y del país mismo. Nos reconocemos en un esfuerzo permanente en este aspecto pero también con honestidad reconocemos atrasos importantes derivados de la fragilidad de nuestra economía en momentos turbulentos del sistema financiero, como el que aún estamos viviendo no solo en México, sino en el mundo entero.
No es el porcentaje del Producto Interno Bruto que quisiéramos invertir a la educación, pero mal haríamos en no reconocer el esfuerzo que estamos haciendo.
Hoy, señores y señoras, en medio de la celebración de nuestros 200 años de nación independiente, y 100 de ir construyendo un modelo propio de desarrollo nacional, abrimos nuestro corazón a la comunidad internacional para reconocernos como parte de la aldea global que trabaja para hacer de la tierra un lugar habitable, un lugar donde todo ser humano, sin importar raza, color, religión o sexo, tenga una vida digna. No dudamos en reconocer que es en la educación la mejor inversión que podemos hacer. Si nuestro país es rico en petróleo, debemos invertir ese recurso en educación, si nuestro país es rico en minerales, debemos invertir ese recursos en educación, si nuestro país es rico en recursos naturales en general debemos invertir en educación. Está debidamente comprobado que un pueblo con educación es un pueblo que tiene los mejores gobernantes. Está comprobado que un pueblo con educación no es un pueblo violento y por lo tanto no hace la guerra.
La educación compañeros y compañeras, es una inversión a largo plazo pero es la inversión más segura.
Finalmente, hago un llamado a recuperar el sentido auténtico de la educación pues mucho consideran que es un tema acotado a las cuatro paredes de un aula y a la estricta obligación del profesor. ¡No! La educación es una responsabilidad compartida pues las primeras enseñanzas empiezan en casa al nacer.
Orgullosa de ser parte de una nación rica en buenas costumbres y tradiciones, esas que dan salud a nuestro cuerpo y a nuestro espíritu, me sumo al reto que significa contribuir para ser una nación acorde a los desafíos tecnológicos que nos imponen los tiempos actuales pero sin perder mi origen, pues el que no sabe de donde viene, tampoco sabe a donde va.
MUCHAS GRACIAS
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