Carta de posición
Hoy Vivimos entre… maldad, peligro y guerras con la esperanza que el mañana pueda devolvernos la paz con la que llegamos a este mundo…
Japón agradece a todos los países su preocupación y participación para solucionar los problemas que el día de hoy enfrentamos a diario, creímos que la solución esta en mejorar el manejo de nuestra economía o incrementar trabajos, pero después de un tiempo, llegamos a la conclusión que lo que necesita este mundo para dar solución a nuestros problemas es la educación, la cual nos ofrecerá la esperanza de formar a una sociedad tanto en valores como en Conocimientos que cumplan con las expectativas de los valores tradicionales y acaben con el analfabetismo
La educación ha sido siempre un asunto importante para la sociedad japonesa; es una responsabilidad nacional, prefectural y municipal. Un objetivo primordial del sistema educativo es la formación de ciudadanos seguros de sí mismos, en una nación pacífica y democrática, que respeten los derechos humanos y sean amantes de la paz y la verdad. La ley hace hincapié en la importancia de la madurez política y la tolerancia religiosa, pero prohíbe expresamente toda vinculación de la educación con sistemas políticos u organizaciones religiosas
Tradicionalmente Japón supo contar con un sistema educativo de alto nivel y rendimiento, acorde a sus estándares sociales, los cuales impulsaron a este sistema a proporcionar una alta exigencia a sus alumnos, pero también a lograr que éstos salieran adelante con gran éxito. En la actualidad, la situación ha cambiado, ahora las escuelas, universidades y otros centros educativos compiten por atraer a los jóvenes, teniendo que bajar, para lograr sus objetivos y seguir funcionando, las exigencias y los niveles de sus exámenes de ingreso.
De este modo la educación japonesa es fruto de su propia historia y de los diversos acontecimientos sumados a los esfuerzos de toda una nación, para que a través de este mecanismo llamado "educación" se pueda lograr un mejor y mayor desarrollo de su sociedad.
Deseo, asimismo, agradecer esta grata oportunidad que se me ha brindado para difundir sobre el Japón y de este modo contribuir en incrementar la comprensión y el intercambio entre nuestras naciones.
Nallely Cuevas
POSTURA JAPONESA
Consejo de SEGURIDAD
La colaboración para llegar a “un mundo sin armas nucleares”
Firme compromiso de Japón hacia los Tres Principios No Nucleares.
Mi país Japón, ubicado frente a la costa oriental del continente asiático, es una nación de variadas culturas que dan como resultado una explosión de conocimientos sociales, culturales y políticos adquiridos de sus ancestros, Estado miembro de las Naciones Unidas desde 1956, ha servido como un no permanente miembro del Consejo de Seguridad un total de 18 años. Tercer mayor donante de Ayuda oficial al desarrollo en el mundo tras donar 8,86 millones de dólares.
Hoy en día enfrenta una permanente disputa con Corea del Norte por el secuestro de ciudadanos japoneses y el Programa nuclear norcoreano. Expuestos a una sociedad en la que los valores han quedado a un lado para abrir paso al egoísmo de unos pocos, desarrollando un modo de vida en el que debemos cuidarnos de la persona que está a nuestro lado.
Necesitamos tomar medidas que creen una sociedad basada en el respeto, en los valores que se han perdido con el paso del tiempo, retomar aquel origen que permitió unificarnos y convivir plenamente, sin invadir y pisotear el espacio de alguien más.
Después de la Primera Guerra Mundial, en el año de 1918, mi país ocupaba una sólida posición en el Lejano Oriente; contaba con la marina más poderosa de la zona, ejercía gran influencia sobre China y se beneficiaba económicamente de la guerra.
Años más tarde Japón atacó la base naval estadounidense de Pearl Harbor en diciembre de 1941, lo cual llevó a la Segunda Guerra Mundial. En repuesta, el ejército estadounidense atacó Tokio, Osaka y otras ciudades con bombardeos estratégicos convencionales y en Hiroshima y Nagasaki con dos bombas atómicas.
Es una gran tristeza darme cuenta que sólo dos bombas atómicas cobraron más de 200 mil vidas y de ver a la gente que todavía sufre los efectos posteriores de la radiación, más de 60 años después de los bombardeos.
A raíz de esto en 1970, Japón firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y lo ratificó seis años más tarde. En 1996, Japón firmó el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN) y lo ratificó un año más tarde.
Esto no se ha logrado de un día para otro, ha sido el trabajo de una población que exige una mejor calidad de vida. Dejando todo aquello que puede llegar a alterar este orden.
No estamos exentos de que algún día sin esperarlo recibamos un ataque a nuestros edificios, trenes, aeropuertos, afectando no solamente a nuestra infraestructura, sino a todas aquellas personas que a raíz de esto llegan a perder un padre, una madre, un hermano, o hasta una familia.
En noviembre del 2009, Japón confirmó su “determinación a eliminar por completo las armas nucleares”.
Por esta razón adquirimos medidas como la revisión obligatoria en aeropuertos y trenes, creando una base de datos acera de las personas que entran y salen de nuestra nación, se ha considerado como una acción que atenta contra la intimidad de las personas, debido a que no solo queda registrado de manera interna, sino que se manda a oficinas extranjeras, esto no es con el fin de molestar, sino intentar proteger al individuo como a nosotros mismos.
Japón tiene una importante participación en las sanciones contra los esfuerzos de regímenes corruptos por obtener armas nucleares.
Para esto necesitamos inculcar a nuestra nueva generación aquellos conceptos que hagan de estas, personas de bien, y así evitar que tomen aquel camino que podría marcar su vida con la violencia.
Figuramos dentro del número de países más pacíficos a nivel mundial, según las estadísticas al año se cometen 1.8 millones de crímenes y solo 7000 de estos son graves. En números estamos hablando de una cantidad de delitos razonable, en seguridad sabemos que podemos, contamos y luchamos junto a un equipo de personas capacitadas y dispuestas a dar lo mejor de sí mismos por la seguridad de todos, sin distinción alguna.
Hasta que logremos mantener el orden social dentro de cada nación, se podrá decir que el mundo ha dejado de ser opacado por aquella nube que le impedía ser mejor.
Areli Castellanos B.
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